jueves, 11 de junio de 2009

LA FE DEL ABANDONO.

“Conoce Eso con lo que, al conocerlo, conoces todo lo demás”. Texto del Vedanta.
La fe no es creencia ciega y por cierto no es mera afirmación intelectual a la proposición de que Dios existe. Ni es confianza en que la vida resultará “bien” a pesar de sus tribulaciones. La fe no es esperanza. Desde un punto de vista la fe es la cosa más ilógica del mundo: es confianza en la vida debido a sus tribulaciones. Es el sentido del amor y la sorpresa ante el misterio de un Dios que es el Creador y Destructor a la vez, amor y terror, vida y muerte, ángel y demonio, sabio y tonto, hombre y gusano. Están aquellos que preguntan por qué se debe esperar que tengan fe de un carácter tan incondicional en un universo que coge con una mano lo que da con la otra.

Porque la verdad es que simplemente sin fe nos estamos dando continuamente de cabeza contra una pared inmóvil. Ningún autoengaño, ninguna treta de la razón o la ciencia, ninguna magia, ningún grado de confianza en uno mismo puede hacernos independientes del universo y permitirnos eludir su aspecto destructivo. El dolor es un hecho que por mucha voluntad que ponga la teología no puede justificar con promesas y disculpas por su existencia en un universo de cuyo Dios se dice que es “amor”. Al mismo tiempo, ninguna aceptación de la vida, por grande que sea, puede eliminar nuestro fundamental horror del dolor en sus formas más extremas. Pero, aun así, la fe no puede ser nunca fe real si es tibia, si pensamos que no es más que una cuestión de la “mejor política”, del mejor medio para hacer un tanto más tolerable una situación intolerable.
Dios, la vida, el universo mantienen sus dos aspectos como sea que tratemos de pensar en ellos, y siguen su juego en todo su amor y su crueldad. Fe significa que nos damos al juego absoluta y completamente, sin imponer condiciones de ninguna clase, que nos abandonamos a Dios sin pedir nada a cambio, salvo que nuestro abandono a El pueda hacernos sentir más agudamente la alegría de Su juego. Este abandono es la libertad del espíritu.
Esta es la única promesa que puede hacerse por la fe, ¡pero qué promesa! Significa que participamos del éxtasis de Su creación y Su destrucción, y experimentamos el misterio y la libertad de Su poder en todos los aspectos de la vida, tanto en las cumbres del placer como en los abismos del dolor. Puede parecer ilógico, pero aquellos que alguna vez han compartido este misterio tienen una gratitud que no conoce límites y pueden decir de nuevo que Dios es Amor, aunque con un significado completamente nuevo.
Extracto del libro de Alan Watts: “EL SENTIDO DE LA FELICIDAD”. Editorial Ibis.

7 comentarios:

  1. Es un precioso texto.
    La fe es la confianza, la plena certeza de que algo es de ese modo y no de otra manera. No importa el poder demostrarlo, se sabe a ciencia cierta que es asi... desde el conocimiento y desde la sabiduría del espíritu. Cómo no abandonarse en ella cuando sientes esa plena seguridad?
    NAMASTE.-

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  2. Hola Claudia, gracias por tu visita y por tus palabras. Es cierto, es una fe basada no en la razón(intelecto), sino en la experiencia, en Eso ya sentido, unos más y otros menos, que da sentido a todo lo demás.
    Un abrazo.

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  3. Entonces la fe se basa en las experiencias? En si se ha sentido ESO o no se ha sentido?

    Entonces para poder tener fe, tienes que haber sentido antes esa experiencia especial que te haga sentirla.

    Ahhhh claro, ahora entiendo porque a mi me cuesta tanto tener fe ciega.

    Un beso, y que tengas un feliz fin de semana.

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  4. Hola Gata Negra. He leído muchas veces hablar sobre la fe, y la verdad es que coinciden en una cosa, yo mismo lo he experimentado, sino has tenido una experiencia, por muy pequeña que sea, sino has sentido alguna vez ese "toque" divino, tu fe tendrá pies de barro, y a la primera de cambio la duda te asaltará, cuando las cosas te vayan mal. El saber, no por lo que lees o crees intelectualmente, sino por tu propia experiencia, de que hay algo más que hace que este universo sea como es, una esencia divina, por llamarla de una manera, que está en todas las cosas, sean animales, piedras, etc, y que nosotros somos tal vez los únicos que podemos tomar consciencia de Eso, somos unos privilegiados. Los animales fluyen de manera instintiva de ese orden divino, sin preguntarse el por qué, ni cuando, ni cómo. Nosotros, al ser conscientes, podemos participar de Eso, del Ser y fluir con ello conscientemente, aunque lo paradógico es que ese instrumento que es la consciencia, también es lo que puede ocultar el "ver" y sentir el Ser.
    Espero no haberme enrollado mucho. Un beso y buen fin de semana.

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  5. Yo tengo fe en que todo puede ir mejor, que puedo ser feliz, que la gente cercana a mi puede sentir paz interior, que mi trabajo tiene sentido, que mi respiración me da vida, que estas TU conmigo. Todo es un milagro. Es dificil tener fe cuando solo sientes lo negativo, entonces la vida no tiene sentido, tu respiración no tiene valor y la gente que te rodea no sabe ser feliz porque no siente la paz interior, la felicidad, la alegría, el amor.
    Es difícil tener fe si no crees en la bondad.

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  6. Hola Chencho, también tienes mucha razón en tus palabras, pero creo que tú ya tienes esa semilla en tu interior, ese "toque" especial que te hace sentir que hay algo más, por eso ves esa bondad esencial que hay en todo.
    Un abrazo amigo.

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  7. Tu explicación la he entendido mucho mejor que la que expones en la entrada :) Gracias por aclararlo con esa sencillez. Hmm tus palabras me hacen recordar que aún tengo mucho que aprender y que "sentir".

    Un besazo :)

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