martes, 1 de septiembre de 2009

LA EXPERIENCIA QUE LO CAMBIA TODO

Decian que el impacto de BUDA era tal que, algunas veces, la gente sentía que era algo más que humano:
-¿Eres Dios?- le preguntaba la gente.
-No- respondía.
-¿Eres un ángel?
-No.
-Entonces, ¿qué eres?- volvían a preguntar.
-Estoy despierto.
Para mí, el hecho más impresionante espiritual, intelectual y poética del hombre ha sido el predominio universal de esos momentos de intuición sorprendente que Richard Bucke llamaba "conciencia cósmica". En realidad, no existe una denominación apropiada para este tipo de experiencia. Llamarla mística es confundirla con visiones de otro mundo o con dioses y ángeles. Llamarla espiritual o metafísica sugiere que, al mismo tiempo, no es muy concreta y física, mientras que el término "conciencia cósmica" tiene el resabio poco poético de la jerga ocultista.

La persona así iluminada tiene la viva e impresionante sensación de que el universo, tal como es, es tan bueno en su conjunto y en cada una de sus partes que no necesita ninguna explicación o justificación más allá de lo que sencillamente es. La existencia no solamente deja de ser un problema, sino que el acoplamiento recíproco de las cosas tal como son es tan autoevidente y autosuficiente, incluso lo que comúnmente se considera lo peor, que no deja de sorprendernos y resulta díficil encontrar palabras que expresen la perfección y la belleza de la experiencia. A veces, la claridad y sencillez que se desprende de ello produce la sensación de que el mundo se ha vuelto transparente y está impregnado de una inteligencia suprema. Al mismo tiempo, es común que el individuo sienta que el mundo entero se ha convertido en su propio cuerpo y que-sea él lo que fuere-no sólo se ha convertido en lo mismo que todo lo demás, sino que siempre lo ha sido. No es que pierda su identidad hasta el punto de tener la sensación de ver con otros ojos, de llegar a ser omnisciente, sino que siente que su conciencia y existencia coinciden con la forma de ver temporalmente adoptada por algo inmensamente más grande que él.


El núcleo de la experiencia parece centrarse en la convicción o creencia de que el inmediato ahora, cualquiera que sea su naturaleza, es la meta y el cumplimiento de toda la vida. De esta creencia emana un éxtasis emocional, una sensación de profundo alivio y libertad, y a menudo de un casi insoportable amor por el mundo, el cual, sin embargo, es secundario. Con frecuencia, el placer de la experiencia se confunde con la experiencia y la comprensión súbita que emanan del éxtasis, de forma que al intentar retener los efectos secundarios de la experiencia el individuo no comprende que el inmediato ahora es completo, incluso si no produce éxtasis, ya que el éxtasis es una sensación necesariamente temporal dentro de la constante fluctuación de nuestros sentimientos. Pero la intuición perdura cuando es suficientemente lúcida; la facilidad permanece una vez se ha conseguido una habilidad especial.

Así encontramos distintas expresiones para una misma experiencia de Dios:

"Pareció como si el cielo se abriese y descendieran rayos de luz y gloria. No duró sólo un momento, sino todo el día y la noche, pareció como si mi alma se inundara de luz y gloria y oh, cuál fue la transformación que se operó en mí y en todas las cosas. Mis caballos, los cerdos y todo el mundo parecían transformados". Willian James.

"Era una mañana de principios de verano. Una neblina plateada resplandecía y temblaba entre los tilos. El aire estaba repleto de su fragancia. La temperatura era como una caricia. Recuerdo-no necesito recordar- que me subí a un árbol, me quedé perplejo y me sentí de repente inmerso en ELLO. No lo llamé así. Las palabras eran innecesarias. Ello y Yo éramos sólo uno". Bernard Berenson.

De acuerdo con lo que dijo un sabio yogui, el mundo no es malo sino tu actitud hacia él. Si la creación es perfecta, si estás esencialmente iluminado, la pregunta referente a cómo experimentar la iluminación no debe plantearse de la siguiente manera:"¿Qué debo hacer para alcanzarla en el futuro?", sino "¿Qué es lo que estoy haciendo actualmente que me impide darme cuenta de que la tengo ahora mismo?". Ésta es la respuesta: el impedimento reside en todo aquello que se basa en el ego alienante y opuesto a reconocer la inteligencia que vive en todos nosotros, el AMOR, como Dante dice al final de la divina comedia, que es "sobre el cual gira toda creación".

Paradógicamente, la respuesta que buscamos no es otra que lo que ya somos en esencia. Nuestra condición original, nuestro verdadero sí-mismo, es Ser, llamado tradicionalmente Dios, la Persona Cósmica, el Ser Supremo, el Uno en todo.

Por consiguiente, la verdad de toda existencia y toda experiencia no es otra que el escueto aquí y ahora, el presente, la esencia suprema de eso que investiga, lucha y pregunta: Ser. EL VIAJE ESPIRITUAL ES EL PROCESO QUE CONSISTE EN DESCUBRIR Y VIVIR ESA VERDAD. Equivale al ojo que se ve a sí mismo, o, mejor dicho, al Yo viéndose a Sí-Mismo.

"El conocedor y lo conocido son uno solo. La gente sencilla imagina que debería ver a Dios como si Él estuviera allí y ellos aquí. No es así. Dios y Yo somo uno en el conocimiento." ECKHARDT.

Extractos del libro: "Qué es la iluminación". Wats, Huxley, Wilber,etc.. Editorial Kairós.



lunes, 10 de agosto de 2009

LOCA SABIDURÍA.

Aquí os dejo una pequeña recopilación de frases célebres que incitan a reflexionar en estos días de calor y relax, para que no os durmais demasiado..

"Nadie alcanza el Grado de la Verdad hasta que mil personas honestas han testificado que es un hereje". JUNAID DE BAGHDAD, SUFÍ.

"La mayor desgracia del hombre es que no tiene ningún órgano, ningún tipo de párpado o freno, que pueda cubrir o bloquear un pensamiento, o todos ellos, cuando lo desee". PAUL T. VALÉRY.

"Como todas las cosas no son sino una aparición, perfectas siendo lo que son, sin tener nada que ver con el bien ni con el mal, con la aceptación ni con el rechazo, uno puede muy bien estallar en carcajadas". LONG CHEN PA, MAESTRO TIBETANO.

"Sueñas que eres el que hace, Sueñas que la acción está hecha, Sueñas que la acción da fruto: Es tu ignorancia, Es el espejismo del mundo Que te da estos sueños". BHAGAVAD GITA.

"¡Qué maravilloso es el Creador! ¿Qué va a hacer de ti a continuación? ¿Dónde te va a enviar? ¿Te va a convertir en el hígado de una rata? ¿Te convertirá en el brazo de un insecto?". CHUANG-TZU.
"¿Crees que sé lo que estoy haciendo? ¿Que por una respiración o por media me pertenezco a mí mismo? Tanto como la pluma sabe lo que está escribiendo O la pelota puede adivinar dónde va a ir a continuación". RUMI.
"Al contemplar el mecanismo de nuestras propias mentes y observar sombríamente la acción y reacción química que equivale a la consciencia y la personalidad, nos da la sensación de que somos dirigidos hacia la oscura conclusión de que el libre albedrío no es sino un concepto diseñado, como Santa Claus o Dios, para protegernos de la inaceptable verdad. La verdad, como aprendemos con terror, de que somos paja en el viento [...]". JON FRANKLIN. "La felicidad de la gota consiste en morir en el río". AL-GHAZALI.

"Dios hizo al hombre porque le encantan los cuentos". PROVERBIO YIDDISH.

" NO HAY RESPUESTA.
NO VA A HABER NINGUNA RESPUESTA.
NUNCA HA HABIDO UNA RESPUESTA.
ÉSA ES LA RESPUESTA". Gertrude Stein.

UN ABRAZO A TODOS. NAMASTÉ.

martes, 28 de julio de 2009

PENSAMIENTOS


Enfréntate a tus pensamientos con
comprensión


Un pensamiento resulta inofensivo a menos que nos lo creamos.
No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos, lo que
origina nuestro sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa
creer que es verdad sin indagar en él. Una creencia es un
pensamiento al que hemos estado apegados, a menudo durante
años.
La mayoría de la gente cree que «es» lo que sus
pensamientos dicen que es. Un día advertí que no estaba
respirando: me estaban respirando. Entonces también advertí, con
gran sorpresa, que no estaba pensando: que, en realidad, estaba
siendo pensada y que pensar no es personal. ¿Te despiertas por la
mañana y te dices: «Creo que hoy no voy a pensar»? Es
demasiado tarde: ¡ya estás pensando! Los pensamientos
sencillamente aparecen. Provienen de la nada y vuelven a la nada,
como nubes que se mueven a través de un cielo vacío. Están de
paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que
nos apegamos a ellos como si fueran verdad. Nadie ha sido capaz,
jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente cuente la
historia de cómo lo ha conseguido. No dejo que mis
pensamientos se marchen: me enfrento a ellos con comprensión.
Son ellos los que me dejan marcharme a mí.

Los pensamientos son como la brisa o las hojas en los
árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen del mismo modo,
y a través de la indagación, podemos entablar amistad con ellos.
¿Discutirías con una gota de lluvia? Las gotas de lluvia no son
personales, como tampoco lo son los pensamientos. Una vez que te
has enfrentado a un concepto doloroso con comprensión, la
próxima vez que aparezca quizá te resulte interesante. Lo que solía
ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. La siguiente vez
que aparezca, tal vez te resulte divertido. Y la siguiente vez, quizá
ni siquiera lo adviertas. Este es el poder de amar lo que es.

Lo que es, es

Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que está en
desacuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente
clara, lo que es, es lo que queremos. Si quieres que la realidad sea
diferente de lo que es, podrías intentar enseñarle a ladrar a un gato
y obtendrías el mismo resultado. Puedes intentarlo una y otra vez,
y al final, el gato te mirará y volverá a decir: "Miau". Desear que
la realidad sea diferente de lo que es, es un deseo imposible de
satisfacer.

Y aun así, si prestas atención( advertirás que tienes
pensamientos de este tipo docenas de veces al día: "La gente
debería ser más amable", "Debería enseñarse a los niños a
comportarse bien", "Mis vecinos deberían cuidar mejor su
césped", "La cola del supermercado debería avanzar más deprisa",
"Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo conmigo",
"Debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)".
Estos pensamientos constituyen distintas maneras de querer que la
realidad sea diferente de lo que es. Si te parece que esto suena
deprimente, estás en lo cierto. Toda la tensión que sentimos se
origina en nuestras discusiones con lo que es.
Personas aún no familiarizadas con El Trabajo me dicen a
menudo: "Pero si renunciase a mi discusión con la realidad
perdería parte de mi poder. Si simplemente acepto la realidad,
seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar". Yo les
contesto con una pregunta: "¿Tienes la absoluta certeza de que eso
es verdad?". "Ojalá no hubiese perdido mi trabajo" o "He perdido
mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?": ¿Qué es lo que te da más
poder?
El Trabajo revela que lo que piensas que no debería haber
sucedido sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque
así fue y ningún pensamiento del mundo puede cambiarlo. Eso no
quiere decir que lo toleres ni que lo apruebes. Sólo significa que
eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu
lucha interior. Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere
ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas
ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con
ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos
porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.
Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona
espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro.
Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque,
cuando discutimos con ella, sentimos tensión y frustración. No
nos sentimos normales ni equilibrados. Cuando dejamos de
oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo,
fluido, amable y seguro.
Extracto del libro de Byron Katie:"AMAR LO QUE ES".

miércoles, 8 de julio de 2009

LA IDEA DEL YO


Primero quiero pediros perdón si os parece algo largo este post, pero merece la pena leerlo todo. Por otro lado las fotos que vais a ver son de mi viaje por Cantabria. Maravillosa. Salen imágenes del hotel rural donde estuvimos alojados, del parque Cabarcenos, de mi hija, Picos de Europa, etc...Un abrazo a todos.
LA IDEA DEL “YO”
Al presentarnos, normalmente comenzamos con un “yo soy” seguido de nuestro nombre y profesión. Sin embargo, por mucho que se indague, es imposible localizar a este “yo”. Aunque ciertamente tengo un nombre, no soy ese nombre. Lo mismo ocurre con las sensaciones, los pensamientos y las emociones. No pueden ser quien soy porque su naturaleza es transitoria y fugaz, mientras que el sentido del “yo” permanece constante.
El “yo” que se pregunta quién es no puede investigarse a sí mismo, de la misma manera que un espejo no puede reflejarse a sí mismo.
Éste es un dialogo entre Bodhidharma y Hui-ko:
Hui-ko: Mi mente no está en paz. Por favor maestro, apacíguala.
Bodhidharma: Tráeme tu mente y la apaciguaré.
Hui-ko: Cuando busco mi mente no puedo encontrarla.
Bodhidharma: ¡Ya está, he apaciguado tu mente!
Las sensaciones, las emociones y los pensamientos surgen simplemente, sin que exista ningún “yo” que primero haya decidido tenerlos. Cuando observo el proceso de mi pensamiento- que parece estar más bajo mi control que las sensaciones y las emociones – no puedo encontrar al pensador que decide tener un pensamiento antes que éste surja. Claro que puedo decir:” Sí, yo soy el que decidió tener este pensamiento”, pero esto no es más que otro pensamiento. Y lo que es más, el “yo” que pretende ser el propietario del pensamiento no es más que un componente de ese pensamiento. En realidad ni siquiera sé cuál va a ser “mi” próximo pensamiento hasta que éste tiene lugar. En palabras de Rumi, poeta sufí del siglo XIII:
"Permanece vacío de preocupaciones,
¡piensa en quién creó el pensamiento!."
La energía creadora universal es la que crea el pensamiento. Según esta perspectiva, el cerebro-mente es más un receptor que un generador de pensamientos, algo comparable a un aparato de televisión. Desmontar un televisor no va a revelar la fuente de las imágenes y los sonidos. De la misma forma, no podemos encontrar al pensador de los pensamientos dentro del cuerpo-mente.
“Interpreta tu papel en la comedia, ¡pero no te identifiques
con él!”. Wei Wu Wei.
Ramana Maharshi recomendó realizar una indagación basada en la pregunta”¿quién soy yo?”. Aquello que está seguro de su existencia –la profunda certeza de que Yo Soy- es lo que realmente eres.(…)
Desde la perspectiva que me da esta comprensión veo cómo los pensamientos aparecen en “mi” conciencia como nubes en un despejado cielo azul y luego se disuelven en él sin dejar rastro. Los pensamientos y todas las demás cosas simplemente suceden. Todas las cosas son, sin que exista un “yo” controlándolo todo detrás del telón. El ego es tan innecesario para el pensamiento o para el funcionamiento general del organismo cuerpo-mente como la presencia de Atlas para sostener la bóveda celeste. Y, de la misma manera que un día los antiguos griegos descubrieron que en realidad nunca hubo un titán llamado Atlas sosteniendo el cielo, tú descubrirás que nunca hubo realmente un ego sosteniendo la certeza absoluta del “Yo Soy”.
No hace falta que aceptes estas palabras. Puedes indagar por ti mismo y buscar en tu interior ese yo separado. No vas a encontrar a ese supuesto pensador de tus pensamientos, sujeto de tus sentimientos y autor de tus actos, como no sea en cuanto pensamiento o convención gramatical. Tú eres aquello que está buscando a este “yo”, y mientras la búsqueda continúe este “yo” va a pasar desapercibido.(….)
“Yo soy la luz que ilumina todas las cosas,
Yo soy todas las cosas,
Todas las cosas provienen de mí.
Corta un tronco y estoy allí;
Levanta una piedra y me encontrarás allí”. El Evangelio según Tomás.







Extracto del libro de Leo Hartong: “DESPERTAR A LA VERDAD”. Editorial Sirio.

viernes, 12 de junio de 2009

¡POR FIN VACACIONES!

Hola a todos, esta misma tarde me marcho de vacaciones dos semanas. Hasta la vuelta no podré contestar a vuestros comentarios...Nos vamos toda la familia a Cantabria:
Espero disfrutar de sus paisajes y su gente. Aquí en el sur necesitamos ver verde, respirar a hierba, por eso nos vamos al norte, que me encanta.
Un abrazo a todos y hasta pronto.

jueves, 11 de junio de 2009

LA FE DEL ABANDONO.

“Conoce Eso con lo que, al conocerlo, conoces todo lo demás”. Texto del Vedanta.
La fe no es creencia ciega y por cierto no es mera afirmación intelectual a la proposición de que Dios existe. Ni es confianza en que la vida resultará “bien” a pesar de sus tribulaciones. La fe no es esperanza. Desde un punto de vista la fe es la cosa más ilógica del mundo: es confianza en la vida debido a sus tribulaciones. Es el sentido del amor y la sorpresa ante el misterio de un Dios que es el Creador y Destructor a la vez, amor y terror, vida y muerte, ángel y demonio, sabio y tonto, hombre y gusano. Están aquellos que preguntan por qué se debe esperar que tengan fe de un carácter tan incondicional en un universo que coge con una mano lo que da con la otra.

Porque la verdad es que simplemente sin fe nos estamos dando continuamente de cabeza contra una pared inmóvil. Ningún autoengaño, ninguna treta de la razón o la ciencia, ninguna magia, ningún grado de confianza en uno mismo puede hacernos independientes del universo y permitirnos eludir su aspecto destructivo. El dolor es un hecho que por mucha voluntad que ponga la teología no puede justificar con promesas y disculpas por su existencia en un universo de cuyo Dios se dice que es “amor”. Al mismo tiempo, ninguna aceptación de la vida, por grande que sea, puede eliminar nuestro fundamental horror del dolor en sus formas más extremas. Pero, aun así, la fe no puede ser nunca fe real si es tibia, si pensamos que no es más que una cuestión de la “mejor política”, del mejor medio para hacer un tanto más tolerable una situación intolerable.
Dios, la vida, el universo mantienen sus dos aspectos como sea que tratemos de pensar en ellos, y siguen su juego en todo su amor y su crueldad. Fe significa que nos damos al juego absoluta y completamente, sin imponer condiciones de ninguna clase, que nos abandonamos a Dios sin pedir nada a cambio, salvo que nuestro abandono a El pueda hacernos sentir más agudamente la alegría de Su juego. Este abandono es la libertad del espíritu.
Esta es la única promesa que puede hacerse por la fe, ¡pero qué promesa! Significa que participamos del éxtasis de Su creación y Su destrucción, y experimentamos el misterio y la libertad de Su poder en todos los aspectos de la vida, tanto en las cumbres del placer como en los abismos del dolor. Puede parecer ilógico, pero aquellos que alguna vez han compartido este misterio tienen una gratitud que no conoce límites y pueden decir de nuevo que Dios es Amor, aunque con un significado completamente nuevo.
Extracto del libro de Alan Watts: “EL SENTIDO DE LA FELICIDAD”. Editorial Ibis.

lunes, 1 de junio de 2009

MEDITAR: EJERCICIO INICIÁTICO.

Meditación. Con esta etiqueta se pueden comprender y practicar varias cosas: como ejercicio de recogimiento y de interiorización destinado a penetrar en el contenido profundo de un texto o de una imagen sagrados. Se puede meditar para reavivar y regenerar la fe tradicional. Sin duda que todo esto es bueno. Pero la meditación puede y debe ser otra cosa muy distinta: el instrumento de apertura al Ser esencial. De esta forma, el sentido de la meditación es el ejercicio iniciático.
Iniciar significa: abrir la puerta del misterio. Nosotros mismos somos ese misterio en nuestro Ser esencial, ya que es la manera en que la Vida divina vive en nosotros y en todas las cosas y que tiende a tomar forma en el mundo a través de nosotros. El Ser esencial no es una simple idea, o un simple objeto en el que hay que creer. Tampoco es el producto de una imaginación piadosa. Es el contenido de una experiencia que no tiene solamente valor empírico, sino carácter de revelación.
El ejercicio y la vida iniciática buscan la unidad con el Ser esencial. Pero este Ser esencial no es “algo” que se pueda encontrar como si fuera un objeto. Está, al igual que toda trascendencia, más allá de lo alcanzable. El carácter sobrenatural y la fuerza transformadora de las experiencias hacen presentir lo que nosotros llamamos Ser esencial. Pero a pesar de ello, Este sigue siendo un misterio, que se retira y enmudece cuando el hombre intenta llegar a El. Toda fe religiosa implica una actitud de abandono del corazón, en la cual, y porque no se intenta descifrar el misterio, éste habla. Unirse al Ser esencial es unirse al misterio. En primer lugar, el hombre debe ser capaz de soportar que el mundo en que vive desaparezca en la noche de su conciencia para que le llegue la luz del gran secreto. Hasta el umbral de esta experiencia, el camino es largo: los contactos o experiencias del Ser, cuya fuerza cambia totalmente al hombre y le transforma por un momento, no deben llevarnos a engaño: son solamente un paso en el gran camino.
Aquí sólo se tratará de la meditación como ejercicio iniciático orientado a abrir paso al Ser esencial y a una vida que Le permita tomar forma en el mundo. La meditación y la vida meditativa son la respuesta obediente a la gran metanoia. Porque “metanoia” significa más que el paso de una existencia egocéntrica a una vida altruista, generadora de amor. Implica desprenderse de una existencia cuyo único fin son las necesidades, exigencias y belleza del mundo profano, para llegar a la libertad de una vida orientada exclusivamente hacia la manifestación del Ser divino.
Gracias a una experiencia recibida con seriedad, la apertura a ese Ser esencial, es el acontecimiento capital de nuestra época, mediante el cual la nueva era ocupa el lugar de los tiempos modernos. Ese es el momento en que el hombre no siente ya la llamada a una vida conforme a la exigencia divina como un deber impuesto desde fuera, sino como la realización de una promesa que ha despertado en él. Una vida de acuerdo con lo divino no es una ideología que deja posibilidad a una alternativa. Es, para el hombre, la realización del verdadero Sí. En esta realización no todos tienen parte. Sin embargo, es mucho mayor de lo que ordinariamente se piensa el número de aquellos cuya madurez alcanza el umbral de este paso. Ellos piden un guía que les conduzca hacia la total realización del Sí.
Según se avanza en la evolución iniciática, se produce una revolución total en la conciencia de lo real. Concierne a la realización entre la pequeñez y la finitud humanas y la grandeza infinita del Ser. Al desarrollar sus capacidades racionales, el hombre ha arrojado al terreno de las creencias fáciles la realidad sobrenatural. Sentirse, en el universo, un minúsculo grano de polvo, no le implica dejarse llevar por la megalomanía de su conciencia racional. A pesar de lo cual ésta empieza hoy a tambalearse. Del progreso iniciático nace una humildad totalmente distinta del sentido de la propia pequeñez en el seno del cosmos explorado, porque la realidad de una infinita grandeza se manifiesta a la nueva conciencia. La participación de la finitud humana en esta grandeza infinita se convierte así en la grandeza del hombre. La conciencia de su unidad con esta realidad le abre, en un sentido totalmente nuevo, a una experiencia, a un conocimiento, y a la realización de sí mismo.
MEDITAR QUIERE DECIR TRANSFORMARSE. Y aquel hombre que vivía sólo según su naturaleza, mirando, sobre todo, hacia un mundo contingente, se transforma en un hombre nuevo, conscientemente anclado en su Ser esencial. Es libremente su testimonio en el mundo por medio del conocimiento, la creación y el amor.
MEDITACIÓN: APERTURA AL SER ESENCIAL.
Extracto del libro de Karlfried Graf Dürckheim: “Meditar por qué y cómo. Hacia la vida iniciática”.