lunes, 25 de mayo de 2009

EL COMPORTAMIENTO JUSTO ANTE LAS DIFICULTADES PSÍQUICAS.

"Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad" Ken Wilber.

Cien causas de mayor o menor sufrimiento psíquico pueden permanecer activas durante el quehacer cotidiano o meditación y turbarnos. ¿Cómo actuar con respecto a esto?. La respuesta es: cuando un sufrimiento psíquico nos persigue, bien en nuestras tareas cotidianas o en la meditación, y no deja de atormentarnos, hay que pararse, situarse de alguna manera frente a frente con él y sufrirlo, pura y simplemente. Luchar o huir es igualmente inútil. Pero es eficaz percibir y aguantar el mal, sin minimizarlo ni exagerarlo. Más aún, es provechoso llegar a la raíz del dolor, en vez de eludirlo concentrándose en otra cosa, o en otros términos, sin permitirse una reacción natural de huida o resistencia. Es preciso entregarse totalmente a lo que causa la angustia, dejarse atacar y herir. Este es un comportamiento paradójico según las miras naturales, pero con el sentido del camino iniciático( la búsqueda del Ser, de Dios), es beneficioso. Ayuda a esa transformación que hace madurar.
La experiencia nos enseña que a la larga esta aceptación paradójica de una situación dolorosa termina por privarla de su veneno. Y además, soportar el sufrimiento permite acceder a un nivel más profundo, en el cual la propia causa de este sufrimiento pierde todo poder. Beber conscientemente el veneno es adquirir la inmunidad contra él y llegar a un grado de conciencia en el que el dolor ya no puede instalarse.

La actitud, aparentemente desrazonable, de consentimiento para con el sufrimiento, da su más preciado fruto cuando atañe a situaciones extremas: que son aquellas en las que el hombre está forzado, sin escapatoria posible, a aceptar alguna de las inaceptables angustias primordiales: el miedo a la aniquilación, la desesperación ante lo absurdo, la desolación del aislamiento. En estos casos el salto paradójico( durante la meditación o en la vida) por encima del instinto natural de conservación y de la necesidad de comprender y de ser protegido, puede llegar a dar un paso a lo que se llama la Gran Experiencia.
Extracto del libro de Dürckheim K.G.:"Meditar, por qué y cómo. Hacia la vía iniciática". Editorial Mensajero.

9 comentarios:

  1. Muy bueno Siddharta, hace tiempo que no nos veíamos.

    Como dice el gran Ken Wilber, encender la vela...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. me viene al pelo tu entrada, ojala esa actitud nos llevara a algún sitio.... porque opino que lo de dejarse "atacar y herir" viene solo, al menos si se trata de los dolores que no tienen solución, al principio te rebelas, pero tarde o temprano dejas de luchar, y los aceptas, pero no se que significa lo de la "gran experiencia", si se refiere a que sientas que todo está bién como está... ¡lo llevo crudo!, a lo mejor dentro de 100 reencarnaciones... je,je

    ResponderEliminar
  3. Algo debo de estar haciendo mal, yo "normalmente" me dejo llevar por lo que siento, no intento huir nunca del dolor emocional, lo expreso y me desahogo, no lo escondo ni lo tapo. Pero aun asi Sidharta, ese dolor sigue ahi, y siento que me vence. Algunas veces me va mejor ignorarlo, y cuando pasa el tiempo me he acostumbrado a el, y por lo menos dejo de llorar o de andar como una sonambula por la casa :(

    ResponderEliminar
  4. Lobo Estepario: Hola, sí es cierto, llevaba algún tiempo sin escribir nada. Sabía que conocias también a Ken Wilber, es impresionante sus libros..Un abrazo.
    Cristina: Hola amiga, la referencia a la Gran Experiencia es aquella que han tenido muchas personas ya en la que "ves y experimentas" la verdad de la vida, la ilusión del ego y experimentas, entre otras muchas cosas, una gran paz interna y la unidad de todo el universo. Casi ná...,algún día nos tocará a nosotros. Un abrazo.
    Gata Negra: Hola, me alegra mucho verte por aquí de nuevo. Como tú bien dices, si sientes que el dolor sigue ahí y te vence, entonces la actitud justa es dejar vencerse, sin temor, solamente sé consciente del proceso, con desapego. No es fácil la verdad, por instinto intentamos huir de lo que nos hace sufrir, pero esta actitud provoca otro dolor más sobre el que ya tenemos. Al final si te entregas de verdad, te inmunizas. Yo lo probé con un dolor muy intenso, estuve luchando hasta que de pronto no pude más, llegué a mi límite, y abandoné, acepté incluso morir, comencé a llorar como nunca. Al rato se fué todo y no ha vuelto. Abandoné la lucha...Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Yo lloro y lloro, e incluso acepto morir, lo prefiero, pero no se va, sigue ahi un dia y otro y otro...(igual es que necesito mas tiempo)

    Gracias por tus consejos :)

    ResponderEliminar
  6. Hola Gata Negra, no sé cual es tu problema o lo que te crea sufrimiento. Intuyo que tal vez tu asunto no esté cerrado porque necesites dar un paso, un movimiento por tu parte, por eso no te abandona ese sufrimiento y no puedes transcenderlo. A veces nos apegamos incluso a lo que nos hace sufrir, tanto que hasta que no nos vemos al límite no cambiamos nada en nuestro comportamiento o pensamiento.
    La mayoría de las neurosis se dan porque no hay congruencia, armonía, entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Ya sabes, a veces sentimos una cosa, pensamos otra y hacemos todavía otra cosa distinta, ¿cómo vamos a sentirnos bien, en paz con nosotros mismos?
    Espero haberte ayudado en algo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Claro que me ayudas, al menos a entender que es lo que estoy haciendo "mal". Tienes toda la razon, no acepto la suerte que estoy corriendo. Por mas que yo mentalmente me convenzo de que si la acepto, en lo mas profundo se que no es asi.

    Gracias mil, eres un encanto :)

    ResponderEliminar
  8. No me des las gracias Gata Negra, si has entendido algo es porque eso ya estaba en tu corazón. Un abrazo y sé feliz, te lo mereces.

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar